
En estos días en que todo el mundo habla de los arbitros y del "Villarato", a mí, que me encanta ir contra corriente, me apetece escribir sobre algo totalmente distinto. Y sí, en este tema también voy en contra de la opinión generalizada.
En 2004, cuando Roman Abramovich, dueño del Chelsea, invirtió 27 millones de euros en un semidesconocido delantero costamarfileño todo el mundo se echó las manos a la cabeza. Drogba procedía del Olympique de Marsella, club que disfrutó de una breve gloria a principios de los 90 gracias sobre todo a su capitán Jean Pierre Papin y que llegó a conquistar la Champions League en 1991. Didier había desarrollado toda su carrera en Francia, en equipos menores como Le Mans y Guingamp, y ya entonces había destacado por sus vastas cifras goleadoras.
En Marsella firmó una única y magnífica temporada en la que anotó 32 goles y jugó la final de la, por entonces, copa de la UEFA contra el Valencia. Y, aunque el Olympique perdío, aquél día me fijé mucho en el delantero centro, un jugador de una habilidad inusitada con el balón, gran potencia, controles imposibles, todo ello en una colosal figura de 190 centímetros.
Por aquel entonces, aunque ya contaba 26 años, Drogba no estaba plenamente desarrollado, al menos en el aspecto físico. De pulirlo se encargo José Mourinho. Y lo hizo muy bien. Tras unos inicios complicados, pronto empezó a justificar el enorme (y arriesgado) desembolso realizado. Ese año conquistó la Premier y la FA Cup marcando 16 goles. En el Chelsea trabajaron su potencial físico hasta transformarlo en una verdadera fuerza de la naturaleza y, de paso en uno de los mejores goleadores de Inglaterra.
Pero lo que me impresionó, y me sigue impresionando hoy, no es su capacidad goleadora, que es enorme. Lo que realmente me gusta de él es como destroza a las defensas rivales. Ya juegue sólo en punta o en un esquema de 2 delanteros, él sólo es capaz de arrastrar en una jugada a 2 o incluso 3 defensas, lo que, para un equipo como el Chelsea, que basa su juego de ataque en la acumulación de centrocampistas que pisan el area con gran facilidad (Lampard, Ballack, Essien) es esencial.
Buen lanzador de faltas, excelente cabeceador, a su descomunal potencia física suma una gran velocidad para un jugador de su tamaño, gran fuerza en el disparo y, por encima de todo, una inteligencia de movimientos poco habitual en un jugador procedente del continente negro. Los africanos no son precisamente famosos por su disciplina y rigor tácticos. Muchos opinan que, cuando los africanos dominen los conceptos tácticos colectivos que inculcamos en Europa tendrán las mejores selecciones del mundo gracias a su indudable superioridad física.
Pues bien, Drogba es una adelantado, un jugador del siglo XXI. Autor de 116 goles en 242 partidos con el Chelsea, lleva varios años machacando a las defensas de los mejores equipos de Europa. Y, aunque la Copa de Europa se le resiste, si el Chelsea es probablemente el equipo más regular del continente en los últimos años (nunca cae antes de cuartos y casi siempre alcanza las semifinales o la final) es en gran parte gracias a Drogba.
A pesar de las evidentes diferencias, me recuerda a Ronaldo en dos aspectos: primero su capacidad para aterrorizar a los defensores. Segundo, la intimidación que su nombre genera en los aficionados rivales es tal que un Chelsea sin él no causa ni la mitad de respeto. Cuando uno se pone a pensar en los grandes nueves de Europa, el suyo siempre es el primero que viene a mi cabeza.
No tiene mucho sentido discutir cada dos meses cuál es el mejor jugador. Los futbolistas atraviesan por lesiones, altibajos, épocas sin títulos...Probablemente, en la actualidad, Xavi sea el mejor jugador del mundo, el que tiene un mayor peso en su equipo. Sin embargo, haciendo una retrospectiva de los últimos años y, logicamente, llevado por una pura debilidad personal, yo me quedo con el 11 del Chelsea. No se si es el mejor, pero si tengo claro que es el más decisivo, el más determinante.
Ahora, con 32 años, Droba se encuentra en plenitud. Lleva 22 goles en 26 partidos, ayer aniquiló al Arsenal con 2 tantos, una nueva liga esta a tiro, tiene entre ceja y ceja la Champions League y mi apuesta es que éste año no se le escapará. Y después el Mundial. Pocas veces un sólo jugador ha tenido tanta importancia en su selección. Con Drogba los "elefantes" aspiran seriamente a la clasificación, y quizá a ser la gran revelación, en un grupo con Brasil, Portugal y Corea del Norte. ¿Alguién cree que podrían tener opciones sin su capitán? La respuesta es clara: ninguna.
No, si el Chelsea es el equipo más regular de los últimos años, es gracias a Mourinho. Su herencia se deja sentir en cada grito de Terry, cada zambombazo de Lampard y en cada gol de Drogba. Cuando pase esta generación, el Chelsea será otro, quizá ganará la Champions, pero nunca será tan competitivo.
ResponderEliminarNi Guardiola y el Barcelona están tan hechos a la medida como ese Chelsea y Mourinho. Un prepotente con las ideas tremendamente claras como era Mourinho, y con dinero por castigo para hacer y deshacer a su antojo. El equipo más trabajado que se ha visto nunca, y uno de los más malditos de la historia. Ay, ese resbalón de Terry...
pues si la verdad que Mourinho es un personaje repugnante pero es un pedazo de entrenador. en todo caso el post es sobre Drogba, no sobre el Chelsea. y sigo pensando que este año ganaran la champions! ojalá me equivoque y ganemos nosotros pero no creo...
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